Principios de funcionamiento de un ralentizador Telma
Los frenos de inducción Telma, comúnmente llamados ralentizadores eléctricos o electromagnéticos, permiten obtener un frenado de resistencia: disipan una gran parte de la energía de frenado, lo que permite aliviar los sistemas de frenado convencionales.
Los frenos de inducción Telma disipan la energía de frenado mediante la generación de corrientes de Foucault. Los frenos de inducción Telma constan de un estátor fijo y de un par de rotores unidos al árbol de transmisión que lo hace girar. El estátor y los rotores están montados coaxialmente uno frente al otro; un espacio llamado entrehierro separa los rotores del estátor, lo que evita cualquier fricción.
El estátor tiene la función de inductor; está constituido por un número par de electroimanes que, cuando son atravesados por una corriente eléctrica continua, generan los campos magnéticos necesarios para producir corrientes de Foucault en la masa de los rotores.
Los rotores tienen la función de inducido. Construidos con un material conductor elaborado especialmente, los rotores son sometidos a corrientes de Foucault solo cuando los atraviesan los campos magnéticos que genera el estátor, a la vez que giran impulsados por el árbol de transmisión.
Las corrientes de Foucault, por definición, se originan en una masa metálica conductora cuando esta se coloca en un campo magnético variable. En el caso de los frenos de inducción Telma, la variabilidad del campo magnético al que son sometidos los rotores se obtiene mediante la rotación de estos últimos. Las corrientes de Foucault se enrollan alrededor de líneas de flujo magnéticas, que también se llaman corrientes de torbellino.
La generación de corrientes de Foucault en la masa del rotor causa la aparición de fuerzas de Laplace que se oponen a la rotación del rotor. El par de frenado, generado de esta forma y aplicado al árbol de transmisión, permite reducir la velocidad del vehículo.
Las corrientes de Foucault producen un aumento gradual de la temperatura de los rotores, que liberan este calor al aire por ventilación.
Con los frenos de inducción Telma, se puede desacelerar con eficacia un árbol en rotación sin fricción y, por lo tanto, sin desgaste.
Los frenos de inducción parecen simples en principio, pero implican la intervención de complejas leyes físicas como la resistencia de los materiales, el electromagnetismo, la termodinámica o la mecánica de fluidos. La reconocida experiencia de Telma en el ámbito del frenado de inducción electromagnética se basa en un modelado detallado de todas las leyes físicas que intervienen en el funcionamiento de sus frenos de inducción. El modelado se ha visto enriquecido con años de experiencia práctica y pruebas de laboratorio que siempre han marcado la diferencia.