¿QUÉ PASA CON LOS VEHÍCULOS DE GAS Y ELÉCTRICOS?
Más allá de las ventajas en seguridad y los beneficios económicos de sus frenos de inducción,
Telma maximiza el impacto positivo en la calidad del aire de los vehículos a gas y eléctricos.
LOS VEHÍCULOS A GAS
Los frenos de inducción Telma son el compañero ideal para las motorizaciones de gas: la instalación de un freno de inducción Telma en los vehículos a gas permite al conductor adoptar un estilo de conducción más suave, al compensar de forma eficaz la falta de freno motor inherente a la gran mayoría de este tipo de motorización.
La instalación de un freno de inducción Telma junto con la tecnología de gas ofrece una respuesta real para reducir el impacto medioambiental del transporte por carretera: mejora de la calidad del aire y beneficios acústicos, a la vez que reduce sustancialmente los costes de explotación.
LOS VEHÍCULOS ELÉCTRICOS
Desde el punto de vista reglamentario, la legislación que se aplica a los vehículos eléctricos es
la misma que la vigente para los vehículos de combustión interna.
La prueba de homologación de frenada de resistencia (prueba IIA) exige que los
vehículos eléctricos deben ofrecer una función de ralentización incluso cuando sus
baterías están llenas.
Sin embargo, cuando las baterías están llenas, el motor eléctrico
no es capaz de realizar la función de ralentizador. El freno de inducción Telma es una
alternativa mucho más apropiada que el uso de resistencias eléctricas para proporcionar
al motor eléctrico la carga necesaria que necesita en lugar de las baterías.
La instalación de un freno de inducción Telma en un vehículo eléctrico permite acercarlo a cero emisiones haciendo que su frenada sea «verde».