El ralentizador Telma cumple la Directiva europea RoHS (2002/95/CE), que tiene por objeto restringir el uso de determinadas sustancias peligrosas en equipos eléctricos.
La ausencia completa de fricción hace que el ralentizador Telma sea completamente silencioso en todas las condiciones de uso y garantiza que no se produzca ninguna emisión de partículas ni de otros contaminantes al medio ambiente.
El ralentizador Telma no necesita mantenimiento y no requiere cambio de aceite, ni tampoco la sustitución de piezas de desgaste.
De conformidad con la Directiva europea 2004/108/CE de compatibilidad electromagnética (CEM), el ralentizador Telma no presenta ninguna incompatibilidad electromagnética con el medio ambiente.
Por último, la contribución del ralentizador Telma a la reducción del consumo de energía de los vehículos con él equipados participa de forma activa en la reducción de las emisiones de gas de efecto invernadero.