En el frenado llamado de servicio, la energía que debe disiparse para desacelerar o detener el vehículo con un sistema de frenado convencional es tan importante que los elementos del sistema de frenado, especialmente las zapatas de freno, sufren un calentamiento significativo que acelera su desgaste.
El ralentizador Telma puede hacerse cargo de la mayoría de las necesidades de frenado del vehículo. Los vehículos equipados con un ralentizador Telma pueden aumentar hasta diez veces la vida de su sistema de frenado de servicio: los costes de las operaciones de mantenimiento se ven así limitados y su disponibilidad de servicio aumentada.
Ahorro en zapatas
y tambores de freno
El uso del ralentizador Telma mantiene un desgaste mínimo de los frenos.
La reactividad excepcional del ralentizador Telma evita el consumo excesivo de combustible durante el rápido cambio de una fase de desaceleración a una fase de aceleración. El ralentizador Telma no trabaja nunca contra el motor: es capaz de detener inmediatamente su par de frenado a petición del conductor.
La calidad, fiabilidad y durabilidad reconocidas de los ralentizadores Telma hacen de ellos una inversión rentable que se amortiza rápidamente y que, al ampliar la capacidad de frenado de los vehículos, favorece el aumento de su velocidad media de funcionamiento.