LA CONTAMINACIÓN DEL AIRE POR PARTÍCULAS FINAS
Las partículas finas son inodoras, microscópicas y están suspendidas en el aire. Pueden ser tóxicas para los humanos. Esta contaminación del aire nos concierne a todos, ¡sin excepción!
¿SON ESTAS PARTÍCULAS REALMENTE UN PROBLEMA?
La contaminación atmosférica debida a las partículas finas es un verdadero problema de salud pública y tiene consecuencias perjudiciales para la salud, y también para el medio ambiente.
La toxicidad de las partículas proviene de su tamaño y de su composición química. Cuanto más pequeñas son, más fácilmente penetran en el organismo y se propagan, perturbando su buen funcionamiento.
Diversas enfermedades crónicas, como el cáncer y las patologías cardiovasculares y respiratorias, pueden desarrollarse o agravarse por la exposición a estas partículas.
¿POR QUÉ SE ASOCIA EL FRENADO CON ESTA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA?
No hay una única y exclusiva fuente de emisión de partículas finas en el aire. Por el contrario, son múltiples y provienen de diversas actividades.
En lo que respecta al tráfico rodado, los gases de escape no son la única fuente de contaminación; la parte de las emisiones de partículas finas que se debe a la abrasión de los sistemas de frenado no es ni mucho menos despreciable.
Esta parte es aún más importante en las zonas urbanas, donde los frenazos son más frecuentes: ralentización debida a un tráfico más denso, semáforos, rotondas, etc.
La importancia de la contaminación atmosférica ligada al frenado será cada vez mayor, debido a la reducción de las emisiones de otras fuentes de contaminación.
Los trabajos realizados para reducir las emisiones de partículas en el sector del transporte, tal y como exige la normativa (norma Euro), aún no se han centrado en los sistemas de frenado, cuyo impacto en la calidad del aire es, por tanto, cada vez menos insignificante.